El viernes pasado, 18 de febrero de 2022, mi madre y yo fuimos al Teatro Cuyas. Fuimos por qué la convencí de ver Antígona, obra clásica escrita por Sófocles, representada por primera vez en el 441 a.C. 2463 años después. El dramaturgo y director David Gaitán pone sobre las tablas una Antígona que nada tiene que ver con lo que su creador ideó. Una Antígona que fusiona estilos, épocas y pensamientos. Una Antígona, fusión de pasado y presente.
He de admitir que lo que llamó mi atención para ir al teatro, no fue la obra en sí. Sino que los protagonistas eran Irene Arcos y Fernando Cayo, «El embarcadero» y «La casa de papel» respectivamente, entre otras cosas.

Al entrar al teatro pude observar una escenografía simple. Una escenografía que a medida que avanzó el espectáculo, tuve muy claro que estaba viva. Una escenografía viva, por momentos más moderna que clásica. En ocasiones más clásica que moderna, como cuando usaban un telón rojo al puro estilo clásico para representar cosas del pasado. Un escenario a la italiana abierto, nada de bambalinas, un muerto, una tarima, muchas sillas y varias mesas. Si miráis bien la imagen apreciareis que la tarima central es como un tobogán. Tobogán por el que se desliza en varias ocasiones Creonte (Fernando Cayo).
Resumen Antígona
Resumir Antígona es citar otra obra del mismo autor, Edipo rey. El caso es que Edipo, Rey de Tebas, tuvo 4 hijos, Antígona, Ismene, Polinices y Eteocles. Los dos últimos fueron asesinados el uno por el otro en la batalla de Tebas. Por lo que Creonte, nuevo Rey de Tebas, entierra a Eteocles con todas las galas propias de un guerreo y héroe. Mientras que le niega sepulcro a Polinices, pues este fue quien embistió contra su hermano, y es por tanto un traidor. Creonte dictamina que aquel que dé sepultura al traidor, será castigado con la muerte. Antígona, haciendo caso omiso de la advertencia, da sepultura a su hermano, porque la familia está por encima de todo. Creonte se entera y la quiere matar. En medio están Ismene que está entre la autoridad y su hermana, y Hemón hijo de Creonte y prometido de Antígona.
Todo un cóctel que huele a tragedia, y al que Gaitán le da un nuevo planteamiento en este montaje. Ya que, lejos de llevar a cabo la obra secuenciada, tan solo nos muestra el juicio. Juicio donde Creonte expone sus argumentos para matar a Antígona. Donde esta se defiende y donde el resto de personajes intentan hacer entrar a ambos en razón.
Sabiduría
Como mediador en el debate hay un personaje nuevo, Sabiduría. Personaje que convence a Creonte de llevar a cabo el debate de manera pública, y quien actúa como árbitro durante toda la conversación. Una conversación en la que el Decoro Poético, es sustituido por un lenguaje coloquial y en ocaciones malsonante, combinado con párrafos cultos. El Rey se pone en ocasiones a la altura de sus plebeyos para exponer su discurso. Un discurso cuyo principal argumento es «Soy el Rey», «Soy la máxima autoridad»
La Obra
La obra comienza lenta, cuesta algo conectar con lo que sucede. Si bien, una vez que comienza el debate la cosa se va animando y la acción se desarrolla con mayor fluidez. La escenografía es un personaje más, me llamó mucho la atención que cuando un personaje decía algo que molestaba al resto. El resto cogía las sillas y le daba la espalda, algo bastante cómico. También me impresionó la agilidad de Fernando Cayo. Hay momentos que parece casi un mono, saltando del suelo a la mesa, de la mesa al suelo, y desnudándose, sisi quedándose en calzoncillos.
A su vez, destaco la musicalidad de la obra. En varias ocasiones la música intensifica las acciones de los personajes. Hasta hay un RAP interpretado por Irene Arcos, que aporta ritmo y frescura a la trama. Una trama clásica que contiene pinceladas de la actualidad, como cuando Sabiduría cita a Rosa Parks como referente en la lucha de la mujer.

Interpretación
A mi parecer, el conjunto de actores es bastante bueno. Destaca sobre el grupo Fernando. Quien se hizo con el Cuyas, y quién seguro se mete en el bolsillo a cada teatro donde esta obra se lleve a cabo. Apunto que a Irene le faltaba la pértiga y un Plano Medio para brillar. Había momentos que se hacía difícil oírla, y pese a su personaje llevar el nombre de la obra, para mi el claro protagonista fue Creonte. Isabel Moreno (Ismene) me gustó mucho, Jorge Mayor (Hemón) normalito y envidio la memoria de Clara Sanchís (Sabiduría) porque tenía de parrafada inmensa.
El Final
La obra se desarrolla con ritmo. Intervenciones rápidas llenas de acción, y llega el final, y no sabes bien qué es lo que pasa en escena, de repente Creonte se va. Antígona se queda con un soldado. Este le suelta un royo de su hijo, que yo no entendí muy bien a cuento de que venía aquello. Regresa Creonte a la escena, da un discurso a Tebas. Sabiduría se enfada. Juego de luces intenso. Corren adolescentes, supuestamente el Pueblo de Tebas (alumnos de la EAC), corren y se suben al escenario. Antígona se suicida, FIN.
La verdad es que, para el buen transcurso que venía teniendo la obra. Este final no me gustó, rompió el ritmo, el interés, y la línea argumental. Es la sensación del final de los Serrano, no sé como acabar esto, batiburrillo de cosas y listo. No me pareció, un mensaje tan potente, una obra anacrónica que trata temas que todavía a día de hoy retumban en nuestros oídos. Y la acabas sin un claro desenlace, dejando el mensaje como a medio camino.

Mi Opinión de Antígona D. Gaitán
En conjunto la obra me gustó mucho, nunca había visto este clásico, y esta versión se centra en el debate y los motivos por lo que las personas actuamos de una manera u otra. Por lo que quitando las voces en off del principio, y el extraño final, la obra es magnífica, y aún con las cosas que no me gustaron del todo, la recomiendo 100%.
FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
Texto y dirección: David Gaitán
Reparto: Irene Arcos, Fernando Cayo, Clara Sanchis, Elías González, Isabel Moreno y Jorge Mayor
Diseño de espacio escénico y vestuario: Diego Ramos
Diseño de iluminación: Fran Cordero
Música original: Álvaro Rodríguez Barroso
Una coproducción de El Desván Producciones, Festival Internacional de Mérida y Teatro Español.