Dedicarse tiempo, cuidados, darse lo que una necesita, nunca habían sido prioridades en mi vida, me resultaba hasta egoísta en cierto modo. Ahora sé que no es egoísmo es cuestión de Salud, llegados a este punto de mi enfermedad no me queda otra que asumir que necesito tiempo.
Ya lo dice mi amigo Ángel. La prioridad eres TÚ.
He intentado seguir, lo he retrasado todo lo que he podido, pero ya no puedo más, y para seguir tengo que frenar. Tengo que poner el cartel de STOP, y me asusta, me da mucho miedo, porque el cartel que yo quiero es el de Go, y me aterroriza la espera.
Una espera que, ojo, no será vivida desde el banquillo, desde la retaguardia, porque se que esto no desaparece como una pesadilla. Ojalá. Es una espera relativa, ya que sé que debo seguir enfrentando cada día, pero, la enorme diferencia que ahora me concedo, es que este enfrentamiento lo haré desde la tranquilidad, desde donde mi cuerpo decida.
El decide.
Yo no decidí esto, está claro, pero sí decidido enfrentarlo, no con el mejor equipo pero si con todas las ganas. Es momento de dedicarme el momento porque así lo decido Yo. Solo así podré empezar a mejorar y volveré a arrasar con el mundo. La mejoría no va a llegar sola, pero sí bien acompañada. Estoy muy cansada y no va a ser fácil pero no queda otra, no queda otra, solo queda seguir.
Tartufo prepárate, porque llega Helena con Hache.